No llores niña, tienes mucho que vivir todavía, tienes algo por lo que yo moriría.
No fue especial para nadie más que para mi y mis extremidades y mi locura y todo aquello que adquirí gracias a ella.
En el momento adecuado diré algo que sea lo suficientemente grato para todos nuestros ojos y oídos.
Por ahora esto lo ilustra,
aunque nunca puede perderse algo que nunca se ha encontrado.
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